lunes, 21 de septiembre de 2009

TANTRA Y EL COITO ANAL


Este tipo de coito equivale a las prácticas del yoga como Mulabandha (cerradura del esfínter anal) y Asvini Mudra (contracción y relajación del ano).
Para comprender este tipo de relación, hay que recordar primero que aunque para los occidentales el ano no es precisamente un lugar limpio, para los hindúes esto no representa un problema pues su higiene es sumamente rigurosa y siempre va relacionada con las prácticas sexuales, por lo que son especialmente cuidadosos en lavar con abundante agua más de una vez al día sus zonas erógenas, y cada vez antes y después del coito, así como después cualquier actividad intestinal.

El ano es -según la tradición tántrica- una de las zonas más sensibles que tiene el cuerpo humano, por lo que es claramente una zona erógena y de concentración de energía psíquica. Esta zona se encuentra en contacto con el chakra basal o Muladhara, que ews donde se encuentra enrollado el poder primario del sistema nervioso simbolizado por la Diosa serpiente o Kundalini.

El ano está rodeado de unos músculos denominados esfínteres, que significan nudo y su raíz etimólogica proviene de la voz griega 'sphinx', por lo que comparte su orgen con la esfinge, criatura de origen mitólogico que guarda misterios y enigmas.

De esta manera, el Tantra propone que mediante la apertura de los esfínteres anales de Shakti (esto es la parte femenina del dios) es decir, de la mujer, Shiva (la parte masculina del dios) resuelve el acertijo de la Esfinge.

La búsqueda específica de este tipo de relación sexual es el despertar directo del kundalini. El Tantra ha encontrado que aparentemente entre la pared del recto y la punta de la última vertebra se encuentra una glándula a la que han llamado Glándula Kundalini. El yoga ha ideado varias técnicas para estimular esta glándula entre las que podemos mencionar a Mula Bandha.
La diltación de los esfíteres anales es una de las formas más rápidas y directas para estimular y activar esta glándula, lo que tiene un efecto reflejo sobre las dos ramas del sistema nervioso que terminan en el recto y en el ano.

Según la creencia tántrica, el coito anal provoca la eyaculación en el recto, lo que alimenta la glándula Kundalini, por lo que Shiva (el hombre) sustenta su Shakti con este tipo de relación y a la vez facilita el despertar de su fuego interno.

Es importante recordar que este tipo de relación, como cualquier otra, debe incluir una gran higiene, consentimiento mútuo, y gran sutilizesa, pues si se es violento o rudo se puede lastimar tanto a Shakti, la mujer como el órgano sexual del hombre o lingam. Además, deberá haber una fuerte estimulación manual antes de proceder para que la mujer se encuentre lubricada, si es necesario se pueden utilizar lubricantes extra.

Si ambos quieren, este tipo de relación puede ser sumamente placentera, además puede guiar hacia el despertar del Kundalini y la separación de la conciencia, del ego para entrar en armonía con todo el universo

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